Me iba a poner a contarles como hacer todo al revés, y en lugar de quedarme en mi cama con tesito y estudiando el sábado a la noche hice como siete docenas de empanadas, invité a mi hermana y mi cuñado a comer, nos tomamos como diez cervezas, y de sobremesa nos tomamos una botella de fernet entre los cuatro, me fui a dormir sin saber i como me llamaba y menos mal que estaba en mi casa porque sino no hubiera llegado nunca, encima el domingo me quedé pendiente de los partidos de primera para saber finalmente a quien voy a ir a ver mañana con Belgrano, y bueno racing, mmmm la veo dificil, pero bueno, es lo que hay....

En fin, lo que me hizo cambiar de idea, fue esa pregunta ¿y los hombres también somos todos iguales? y.... no, más allá que la interminable complicada esencia femenina hace que todas las mujeres no podamos ser iguales, la simplicidad de los hombres los distingue unos de otros, aunque a simple vista una dice, que si, que son todos iguales, es una trampa, porque si bien lo parecen, no lo son, yo de todos mis amigos varones puedo decir que no se parecen en nada, si juntos mis dos hermanos, mi novio, mi cuñado, mi papá, y mis amigos no encontraría muchos parecidos.
Lo que engaña muchas veces es su razonamiento no es ni tan complicado ni tan paranoide, pero no porque sean boludos o insensibles, sino porque la mayoría de los hombres son maravillosamente prácticos y en general es raro ver un hombre ahogado en vaso de agua, el hombre no es que no tiene problemas pero no se los anda contando a todo el mundo y en general lo soluciona solo y en sólo paso, en cambio la mujer es como que tiene que pedir miles de millones de consejos, y si es algo dificil, también se lo toman con más simplicidad, el hombre además en general funciona muy bien en relaciones que incluyen a más de tres, en cambio las mujeres, cuando hay más de dos, casi siempre se presta a la sacada de cuero o la crítica hasta que pueden finalmente tomarse la amistad con madurez, no digo que todfas las mujeres sean así ,pero es un fenómeno que se repite mucho, lo mismo que si se pueden tomar las relaciones con una madurez exagerada a los quince años, y el hombre no, y no es que el loco sea malo, es que le da la cabeza para darse cuenta que casarse a esa edad es perder el partidito de futbol, la salidita con los chicos, creo que eso también es parte de la simpleza del hombre, simpleza con la que nunca me sentí identificada, pero que siempre admiré, y la admiro porque tener amigos varones me enseñó muchas veces a ver mis problemas desde ópticas más lógicas y relajadas, a darme cuenta que a veces las mujeres somos un poco injustas con la gente que más queremos, que opinamos demás, y no es que ellos no lo hagan, sin o que lo hacen con más sutileza...
Defectos tienen también, pero eso lo dejamos para otro post.
Hoy, le pido disculpas a Recontra y de corazón porque se lo que es estar en su lugar, me voy a Córdoba a alentar a mi equipo, y la verdad, espero que gane.