jueves, 18 de junio de 2009

EL ADIOS A UN ARTISTA


No me gustahacer homenajes y menos si son póstumos, me da la impresión de que es hablar bien de los muertos, pero parece que este año, los grandes se van de golpe sin dejarnos por lo menos haberlos reconocido en vida, y por eso esta contradicción.

Ayer, murió Fernando Peña, murió el irreverente, el generoso, quien siempre se ha mostrado y no le tuvo ni miedo a D´Elía, un tipo que comprendía la naturaleza humana y la naturaleza argentina de una manera extraordinaria, un loco que te hablaba sin pelos en la lengua, y no se casaba con ningún medio, por eso me dio alegría ver que en todos los canales lo trataron con respeto, algunos quizás por primera vez, que Peña no era un tipo que decía puteadas en los móviles, sino que era un artista de raza con verdadero talento, innato, multifacético, creador de personajes radiales y teatrales, una cabeza llena de ideas, una sinceridad tajante, en fin, un merecedorde cuanto homenaje se le haga en estos días.

Tuve la oportunidad de verlo en teatro y escucharlo en la radio y me encantó su trabajo, hay gente que no le gustó y eso está perfecto, pero de todfas maneras uno no andaba escuchando cosas malas de él.

Y por eso hoy, lo recuerdo en este espacio y le agradezco el legado riquisimo y variado que nos dejó, y lo despido, con alegría y no con tristeza, con alegría al ver que no le ha faltad reconociemiento, con la alegría de que él, de que ese enorme talento, ya no está atrapado en un cuerpo enfermo, un cuerpo que debería ser una carcel para todas esas cosas que Fernando quería hacer, vivió su vida al límite y murió en su ley, eso es digno de mi respeto, murió de pie, no vivió de rodillas, no señores, mi egoismo no le pide a nadie que se quede si estaba sufriendo, porque él, nos ha dado mucho y ahora es el momento de que descanse.

Ojalá hubiera más Fernandos Peñas, y menos Wandas Naras, o quizás es que Peña está destinado al placer de quienes quieren apreciar, degustar y las Wandas Naras....

Adios a Fernando, a u gran artista, a Palito, al Parquimetro, el fin de una era irrepetible...